
Dos noticias recogidas hoy por el lobby fundamentalista católico ACIPRENSA, nos devuelven a la más cruda realidad sobre el espejismo de una Iglesia Católica desinteresada y preocupada por el bienestar de la sociedad.
Aunque es notorio que la Iglesia Católica no es una ONG ni tiene entre sus principales objetivos ocuparse de la salud o la educación de las personas, sí es cierto que lo hace con el fin de procurar la conversión y extender su evangelio en la sociedad. Y no es algo que digamos terceros para lesionar su credibilidad, sino un hecho confirmado por la más alta jerarquía de su Iglesia.

Sr. D. Dominique Mamberti
Que no es una ONG lo dejaría perfectamente claro el mismo lobby de ACIPRENSA que se ha hecho eco de las noticias que comentamos, cuando ya en 2010 publicó bajo un titular inequívoco las declaraciones al respecto que hizo del Sr. Dominique Mamberti, Arzobispo y Secretario del Vaticano para las Relaciones con los Estados. Titulaban así la noticia: “Vaticano niega que la Iglesia sea una ONG”. En este contexto, el Sr. Mamberti declaraba contra “que la Iglesia Católica sea una mera organización no gubernamental (ONG)”, explicando que “detrás de la invitación a reducirse a una ONG más allá de la incomprensión del estatus jurídico de la Santa Sede existe probablemente una visión reductiva de su misión que no es sectorial o ligada a intereses particulares”.
Desde Catholic.net nos explican que “Muchas entidades han nacido y funcionan por su raíz católica y su perseverancia en la fidelidad a esos principios que les dieron origen. La Iglesia no es una ONG porque, más allá de sus acciones, es ante todo la “conciencia moral del mundo”. La mayor aportación de la Iglesia no son únicamente sus obras sino también sus palabras y su perseverancia en la defensa de ellas: de la ley natural, de la ética, etc. La Iglesia no es una ONG porque no es fruto del voluntarismo ni es una iniciativa humana. Como dijo Benedicto XVI en su visita a Austria, “ el cristianismo es algo más que un sistema moral, es el regalo de una amistad que incluye una gran fuerza moral que tanto necesita hacer frente a los desafíos de nuestra época”. Esa amistad de la que habla el Papa, es con Cristo. Una amistad que se hace viva en las demás personas y que precisa de la oración para ser más fecunda. Con razón decía la madre Teresa: “sin oración, la atención a los desheredados quizá se pueda aguantar unos días, unas semanas, pero no de forma permanente entregando la propia vida”. Aclarando que la Iglesia Católica “destina parte de sus recursos económicos principalmente a cinco áreas: 1) sostener al clero y a sus ministros, 2) al ejercicio de su apostolado en diversas formas y en distintos ámbitos de la vida pública, 3) mantener el culto y las actividades religiosas (se incluye la conservación de los templos y obras que la Iglesia administra así como el sueldo de los laicos contratados para ayudar en ello) y 4) a acciones pastorales, caritativas, formativas y de promoción social.” (La negrita es mía).
Fijémonos que ellos mismos encuadran las acciones caritativas entre aquellas que fomenten la pastoral católica, la formación católica y la promoción social del catolicismo. Vamos lo que en román paladino entendemos como proselitismo. Ésta es y no otra la autentica razón de su caridad y entrega. Algo perfectamente normal pero muy lejos de ser desinteresado y, al ocultarlo, profundamente mezquino.
Además, confirma su verdadera intencionalidad diciendo que: “La Iglesia no es una ONG porque, más allá de sus acciones, es ante todo la “conciencia moral del mundo”… La mayor aportación de la Iglesia no son únicamente sus obras sino también sus palabras y su perseverancia en la defensa de ellas: de la ley natural, de la ética, etc. La Iglesia no es una ONG porque no es fruto del voluntarismo ni es una iniciativa humana.”
Es evidente, claro, palmario, que la Iglesia Católica pondera el proselitismo como objetivo fundamental de sus acciones sociales y benéficas. No es la acción, sino el mensaje de la Iglesia Católica, el de su moral, el que se pretende transmitir a través de acciones benéficas entre las personas que reciban su ayuda. Luego podremos adornarlo como queramos, pero no nos subestimemos nosotros más aún ignorando la segunda parte del plato de comida, que es la imagen de una monja -claro- sirviéndolo, un cura pidiendo el dinero y un Gobierno entregándolo. Y todo para que al final propaguen que es el catolicismo y su Dios quien les da de comer. Teocracia pura.
No, basta de engañarnos -dejarnos engañar- sobre una generosidad que no existe más allá de un legítimo -si bien miserable en las formas- interés proselitista. La Iglesia Católica usa y en muchas ocasiones abusa del bien social que procura a costa de fieles y Administraciones Públicas, para aprovechar en su interés las carencias de la sociedad y “vendernos” su doctrina.

Sr. D. Robert Sarah
Podemos afianzar esta certeza, leyendo las palabras de quien se supone ha de ser una de las personas que mejor lo sepa, el Sr. Robert Sarah, Cardenal y Presidente del Pontificio Consejo Cor Unum, que manifestaba en otro medio nada sospechoso de bolchevique, laicista o anticlerical el 14/02/2011 que: “la Iglesia no es una ONG ni una sociedad filantrópica. Por tanto, nuestra actuación es y debe ser expresión de evangelización”, publicado por el diario francés La Croix y reproducido por L’Osservatore Romano, recogido por InfoCatólica.
¿Necesitamos más evidencias sobre que es el proselitismo y no la caridad lo que mueve realmente a la Iglesia Católica a mostrarse tan diligente con los más desfavorecidos?
Pues por si aún nos quedan dudas y trasladando la cuestión hacia dos de sus pilares fundamentales, la salud y la educación, vamos a dejar sobre la mesa dos nuevas pistas -mejor pruebas- de nuestras razones para entenderlo de esta forma y que, como dijimos, nos llegan de ACIPRENSA.
La primera de ellas, titulada por este lobby católico: “Obispos quieren que postura católica sobre el matrimonio sea conocida en parroquias y colegios”, refleja tres cuestiones fundamentales:
Primero.- Que cuando acusaban la Iglesia Católica y sus lobbies al anterior Gobierno de España, de hacer ideología en las escuelas por explicar Derechos Humanos, Fundamentales y Civiles, lo que pretendían era socavar la enseñanza democrática en la Educación Pública.
Segundo.- Que además, quería desterrar toda moral democrática de las escuelas con la única intención de imponer después “su” moral, la católica como un privilegio exclusivista, cambiando la Constitución por la Biblia como fuente de Derecho.
Tercero.- Que tras valerse de su prodigalidad en centros educativos, bendecida, subvencionada y auspiciada por el Partido Popular (PP), una vez que éste ha llegado al poder se le insta a cumplir con su “deber” -para con la Iglesia Católica-, con el resultado de la eliminación de la asignatura Educación para la Ciudadanía y la imposición del exclusivismo moral católico.
Ahora, vuelve el catolicismo a tomar el control y el poder de adiestrar a los jóvenes en la doctrina cristiana ¿Y qué valores morales son los que quieren imprimir en los más jóvenes? Efectivamente, los contrarios a los Derechos Humanos, Fundamentales y Civiles:
“Los obispos reunidos en la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española consideran “tanto o más urgente que nunca” que la instrucción ‘La verdad del amor humano’, en la que responden a las preguntas que se plantearon al llevar el “matrimonio” homosexual al Tribunal Constitucional, “sea conocida por todos en parroquias, colegios y en cada lugar de la actividad apostólica de la Iglesia“, después de que el Alto Tribunal avalara la vigente legislación.
“La actual legislación sobre el matrimonio es gravemente injusta, porque no reconoce netamente la institución del matrimonio en su especificidad y no protege el derecho de los contrayentes a ser reconocidos en el ordenamiento jurídico como esposo y esposa; ni garantiza el derecho de los niños y de los jóvenes a ser educados como ‘esposos’ y ‘esposas’ del futuro; ni el derecho de los niños a disfrutar de un padre y de una madre en el seno de una familiaestable”, recordó durante el discurso inaugural, el Arzobispo de Madrid y presidente de la CEE, Cardenal Antonio María Rouco Varela.”
Y este exclusivismo moral profundamente desigualitario y que afecta a minorías y aconfesionales o practicantes de otros Cultos, no nos equivoquemos, es lo que realmente quieren inculcar bajo el eufemismo de una labor social que a medio y largo plazo nos va salir muy cara… por no decir lo profundamente caro que nos está saliendo privatizar la educación pública para servírsela en bandeja a la Iglesia Católica.
La segunda “baza” que ponen sobre el tapete lo titulan como “Médicos y enfermeras católicos asumen reto de evangelizar hospitales”.
Ahora que el Gobierno -su Gobierno, el del PP– está privatizando la Sanidad Pública, no olvidan el deber contraído de los Centros de Salud y de sus operarios de aprovechar la debilidad y desamparo de pacientes -ya clientes- y familiares, para minar sus convicciones y evangelizarlos. No dudo que las donaciones a la Iglesia Católica volverán a aumentar a índices preconstitucionales. Quién sabe si mañana pase como con los profesores de catolicismo que pagamos hoy con el dinero de todos a la Iglesia Católica y acaben funcionando con el mismo régimen. Es más, de hecho lo adelantan…

Sr. D. Augusto Chendi
“El Subsecretario del Pontificio Consejo para la Pastoral de la Salud, Padre Augusto Chendi, pidió a los trabajadores sanitarios a ser fieles a las enseñanzas de Cristo y ser valientes para no suprimir los valores de la Iglesia frente a la vida, “porque quien se acerca al enfermo, se acerca -como dice el Evangelio-, a Cristo”. (La negrita es mía).
“El 15 de noviembre, desde el corazón del congreso internacional “El hospital como lugar de evangelización, misión humana y espiritual”, el Padre Chendi explicó a ACI Prensa, que los médicos y enfermeras católicos, deben “ser fieles al mandato de Cristo, y no derogar los valores que la Iglesia anuncia”. (La negrita es mía).
De aquí a que las consultas vuelvan a tener maniquíes para que las mujeres señalen dónde las duele y no ser tocadas por el médico, poco le falta.
¿Alguien necesita más pruebas? ¿Ha quedado lo suficientemente claro que el único motivo que les lleva a la caridad y beneficencia, es hacer proselitismo? Un proselitismo, añado, ilegítimo desde el momento que aprovecha la necesidad y la situación de desvalimiento, dependencia e inmadurez de las personas a las que se atiende -adoctrina-favoreciendo su situación bajo una inducción emocional que comprometa su fe.
©Fernando González-Wicca Celtíbera
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