El DICCIONARIO DE CONFESIONES RELIGIOSAS del Ministerio de Justicia de España, glosario de información de las Administraciones Públicas sobre las religiones legalizadas en el Estado, define el Paganismo Contemporáneo de la siguiente manera:
“Bajo el nombre de paganismo contemporáneo se suele clasificar a diferentes tradiciones religiosas nativas que reivindican la herencia previa a la cristianización y a la acción de otras religiones universalistas. Hoy el paganismo identifica y agrupa cultos de carácter animista, panteísta y politeísta que de una u otra forma descienden, están inspirados y/o recogen, adaptan, reinterpretan, reconstruyen y perpetúan las tradiciones, los ritos y la transmisión religiosa de lo que se llama cultos paganos. En cualquier caso, el paganismo no forma una religión única y específica, ni los cultos paganos ramas o tradiciones de una hipotética religión pagana diferenciada.” [1]
Asimismo, detalla que las principales religiones del Paganismo Contemporáneo Español, son el Ásatrù, el Druidismo y la Wicca:
“Específicamente dentro del paganismo contemporáneo se podrían diferenciar diversas orientaciones, resultando las principales en nuestro país: Asatru, Druidismo y Wicca.” [2]
Esta afirmación, unida al significado, completa lo que decíamos en el artículo anterior: que el Paganismo es reconstruccionista, y que la Wicca es pagana -la conclusión es sencilla-, por lo que decidir que la gran mayoría de religiones precristianas actuales no sean paganas ni reconstruccionistas, es tratar de oponer e imponer una opinión, idea o deseo, a los argumentos históricos y las investigaciones académicas que lo desmienten.
Tal y como decíamos, en la primera parte de este trabajo:
“A consecuencia de las persecuciones cristianas, todas aquellas religiones perdieron autonomía, espacio y libertad, y el tiempo hizo que sucediese lo mismo con sus ritos, mitos y prácticas. Y si la religión contemporánea es pagana, después de cerca de 2000 años de censura, de destrucción y persecuciones, de tergiversarla u olvidarla so pena capital, ser reconstruccionista no es una opción, sino una necesidad para tratar de recuperar parte de su teología, doctrina y liturgia.” [3]
Es muy importante, porque se confunde, distinguir entre RECONSTRUCCIONISMO y RECREACIONISMO. El Reconstruccionismo, recompone una práctica o religión. El Recreacionismo, reproduce una situación o circunstancia determinada, generalmente teatralizada y de manera lúdica y cultural, no religiosa.
Actualmente, los Cultos Paganos se orientan manteniendo la tradición y recuperando todo aquello que está oculto, que falta y no se ha corrompido, como las piezas de un puzzle milenario en el que no caben fracciones de otros puzzles, ni sustituir la imagen original si no encajan nuestras piezas. Esto, es el ALMA del Reconstruccionismo.
Como es lógico, la práctica de un Culto heredado exige ser fiel a su liturgia, respetar sus tradiciones y no incorporar ni mantener nada que pueda desvirtuarlo (que no le pertenezca). Esto, es la BASE del Reconstruccionismo.
Para lograr, que una religión precristiana pueda revitalizarse hasta el extremo de sostener un Culto vivo e incluso público que sea coherente con su Rito y Tradición, precisa realizar una exhaustiva investigación histórica, antropológica y etnológica. Esto, es el MOTOR del Reconstruccionismo.
En lo que se refiere a la parte práctica de la reconstrucción de un Culto, hay que contar con una investigación metódica que abarque etnología, historia, arqueología, paleografía, etimología, religiones comparadas, etc., un amplio abanico de referencias que deberán estructurarse por MATERIAS, DISCIPLINAS y FUENTES para que la investigación sea integral.
Como leemos, reconstruir una Tradición religiosa no es sencillo, rápido ni superficial, ni va a impulsos o ideas, porque no hablamos de Eclecticismo, ni por supuesto se puede dejar en manos de gente sin preparación ni compromiso o independiente que vaya “por su cuenta”. La Reconstrucción ha de ser integral, paciente, meticulosa, y desde luego sin depender del ingenio o la oportunidad de cualquiera, porque su fin no es acomodarse al individuo, sino posibilitar a una Comunidad la práctica de un Culto ancestral.
Hay iniciativas, generalmente personales pero también eruditas, que pretenden “decidir” por las religiones cuáles pueden ser reconstruccionistas y cuáles no, acogiéndose a criterios subjetivos, faltos de veracidad y descontextualizados, bajo un presunto amparo académico del que adolecen hasta en lo más básico. Divulgadores de oído, de copias y libelos que distraen y entorpecen el acceso a estudios serios sobre el Reconstruccionismo, en favor de prejuicios y fuentes hostiles a estos Cultos. Como ocurre con las infiltraciones cristianas.
Un caso paradigmático, es la Wicca. No sólo la sitúan entre los Cultos neopaganos, cuando es claramente Pagana y Precristiana, sino que “deciden” que no pueda ser reconstruccionista. Si quien lo dice no es wiccano, habla de toda la Wicca, y si quien lo dice, dice ser wiccano, lo hace en el nombre de la Wicca. El caso, que cualquiera de las dos alternativas será bien recibida, en tanto no contradiga esta posverdad. Si lo hace, le dirán que no puede hablar de toda la Wicca ni por supuesto en el nombre de la Wicca… curioso.
Y para valorar que un Culto sea Reconstruccionista, debemos apreciar los siguientes valores:
▪️Que sea Histórico. Tener unos antecedentes previos, que lo distingan como religión (creencias, prácticas, doctrina).
▪️Que haya sido afectado. Dañado o suprimido en el pasado, para reconstruir las partes distorsionadas, perdidas o eliminadas, pero no para “mejorarlo” a gusto de nadie.
▪️Que se visibilice actualmente. Ser una religión revivida o visibilizada en la actualidad, no “nueva” ni “creada” a partir de otras.
Si analizamos estos valores, comprobaremos que la Wicca y el resto de religiones cumple con las tres premisas. Es Histórica, entre otras cosas porque hay constancia de llamar con este nombre las prácticas paganas, y la palabra tiene un origen precristiano. Fue Afectada, porque los textos recogen la persecución de sus fieles y la prohibición de sus prácticas. Y está Visibilizada, porque son varias las Tradiciones wiccanas que se conocen o han sido reconocidas legalmente como religión en varios países occidentales.
Así, el reconstruccionismo no es un mérito ni un demérito, tampoco un título o una mención, sino la condición de cualquier Culto pagano que por su situación intrínseca de perseguido y desvirtuado, se haya visibilizado en la actualidad. No depende, pues, del permiso de nadie.
© Fernando González
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2.- Web cit.
3.- https://wiccaceltibera.wordpress.com/2020/03/03/reconstruccionismo-pagano-i/