Dice el DRAE que latrocinio es la acción propia de un ladrón y éste quien robe o hurte y qué duda cabe que aquí se explaya el término con una altanería indecente, pues no sólo el Estado ha permitido que un Monumento Patrimonio de la Humanidad acabase en manos de una Entidad privada, la Iglesia Católica (ICAR) ¡y por 30€! sino que además tenemos que soportar que hagan escarnio con la hazaña.
Recordemos cómo la Amortización de Aznar conocida como la modificación de la Ley Hipotecaria de 1998[1] rescatando por Decreto una viaje Ley franquista, cedía los derechos públicos a la ICAR permitiéndola apropiarse de cualquier terreno o inmueble público sin registrar, simplemente con que el Obispo de turno -cual Notario- afirmara que pertenecía a la Iglesia, y ha supuesto el expolio de miles de bienes provocando docenas de denuncias y ya algunas sentencias en contra de este abuso de la ICAR.
Concretamente este atentado a la Democracia ha estimulado incluso la creación de una Plataforma de damnificados en Navarra, que hacen un seguimiento de cada expediente de inmatriculación de los que tienen conocimiento[2].
Por desgracia no ha sido suficiente con unos pocos cientos de voces y la dejadez y apatía de esta sociedad en el resto del Estado permite que sucedan hechos extraordinarios como el que rescatamos de la hemeroteca y que nos sirve de introito a la primera parte de este artículo, cuando la ICAR inmatriculó a su nombre la Mezquita de Córdoba (Patrimonio de la Humanidad) el 2 de marzo de 2006[3]. Como adelantábamos “José María Aznar, entonces presidente, cambió la ley hipotecaria en 1998 para permitir a la Iglesia apropiarse de edificios de dominio público, aunque sean patrimonio de todos los españoles: basta con que el señor obispo dé fe y certifique que pertenecen a la Iglesia, sin necesidad de notario.”[4]
Un chollo en toda regla[5]. En el caso de la Mezquita de Córdoba “… solo hay que gastar en imprimir las entradas y en restar los impuestos… las ganancias rozarían los 7 millones de euros. Bueno, algo más. Casi 8, porque por entrar a la Mezquita no te emiten factura, por lo que, según relata Escolar, «es dudoso que el dinero recaudado pague impuestos: se considera un donativo y, como tal, está exento de tributación. El obispado de Córdoba dispone de la Mezquita como su absoluta propiedad. También decide quién puede trabajar en ella como guía y quién no. No es raro que haya días en los que se cierre el acceso a los turistas porque hay, por ejemplo, una convención de sacerdotes en su interior. Sin embargo, los gastos de restauración y conservación no los paga la Iglesia: los cubre el Estado». Como ocurrió en 2006 con los 3,4 millones de euros con los que se financió su restauración”[6]
Estando así las cosas, la ICAR desatada y el Gobierno dócil y obediente, el siguiente paso ni sorprendió ni se hizo esperar, porque una vez que se apropiaron de lo que no les pertenece empezaron a mostrar su verdadero rostro hasta el punto de tergiversar las palabras, inventarse la realidad y manipular la historia a su antojo para que diga lo que no dice, algo que desgraciadamente nos suena mucho a l@s pagan@s ¿verdad?
El penúltimo episodio de escasa repercusión social demuestra que la vorágine y quizá la inmoralidad de la ICAR no tiene límites, como la pasividad del Estado. En aquella ocasión (10/10/2010) el Obispo de Córdoba D. Demetrio Fernández, nos reveló su plan sobre el Patrimonio de la Humanidad que ha caído en sus manos, la Mezquita de Córdoba:
“ha considerado «del todo inoportuno» que se denomine «mezquita» a la conocida como Mezquita-Catedral de Córdoba, pues en su opinión «confunde al visitante», por lo que ha solicitado que se elimine el término de los carteles de información y de promoción turística.”[7]
Hoy, cuando la Mezquita de Córdoba ya no es mezquita y será de Córdoba mientras la ICAR no diga lo contrario, seguimos esperando que el Estado abandone la Teocracia con la que siguen coleando, mientras, los Cultos Paganos seguimos esperando que el Estado reconozca el Derecho de nuestros creyentes a practicar en igualdad su Libertad Religiosa, algo que no ocurre.
Justificarse, como lo hacen, diciendo que tienen derecho a quedarse con un Patrimonio del Pueblo, que no suyo, porque ese mismo pueblo construyó un oratorio neo-católico antes de construirse la Mezquita, al menos nos da un aliento, pues reconocen implícitamente que el 90% de sus templos habría que demolerlos y devolvérnoslos a la Comunidad Pagana, sobre la que construyeron sus ermitas y catedrales ¿Aplicarán su razón a ellos mismos? Lo dudamos.
[1] Real Decreto 1867/1998, de 4 de septiembre, por el que se modifican determinados artículos del Reglamento Hipotecario.
[2] Plataforma de Defensa del Patrimonio Navarro. También en Público.es.
¿Como podemos terminar con estos robos legales? asquerosa gentuza…
Solo hay una forma: ,modificar la Ley y con Gobierno del Opus Dei va a ser muy, muy complicado que esto suceda y tengamos un gobierno que cuide por los intereses del pueblo.
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