Para encarar esta reflexión -que es lo que a priori pretende ser- como un avance de un trabajo posterior más elaborado, voy a ceñirme sobre todo a una convicción antes que a una teoría o hipótesis documentada que pretenda resolver el escollo que ha supuesto partir de la base que, al referirnos a los términos brujería y wicca, lo hagamos desde márgenes diferentes de un mismo río.
Dicho lo cual, me gustaría que no se interprete mi sinceridad como un interés, una intuición o un deseo romántico por justificar una creencia, sino como el resultado de una experiencia vital y estudiada que en modo alguno pretende eludir el valor de la prueba o carezca de hechos y evidencias para poder llegar a esta conclusión, sino que busca sembrar la necesidad de un debate incómodamente relegado a una lista cada vez más extensa de tareas pendientes, que la Vieja Religión va a tener que afrontar más tarde o más temprano.
También soy consciente y porque creo que debido a intereses creados durante cuatro décadas mal contadas de individualismos, competencias y desencuentros, que este planteamiento lo más probable es que vaya a suscitar resquemores y reabrir heridas que se mantienen obcecadamente mal cerradas desde entonces, con el único objeto de crear una serie de Cultos y Tradiciones «burbuja» desde los que cada cual pueda proteger su parcela de razón de ser cuando no pseudo-identitaria.
De una parte tenemos tradiciones wiccanas fuertemente atrincheradas en adoctrinar sobre la diferencia existente entre la Brujería Tradicional y la Wicca Tradicional. De otra parte, claro, existen grupos y asociaciones de Brujería Tradicional totalmente convencidos que la Wicca es una intromisión que ha usurpado, en buena medida, rasgos de su propia identidad para concebirse históricamente. Y también existimos, que haberlos haylos aunque seamos los menos seguramente o los que menos ruido hagamos, quienes entendemos que son y han sido siempre la misma cosa.
Hasta bien entrados los años 50 y mejor durante la década de 1960 esta dicotomía no tuvo apenas sentido más allá de unos pocos desencuentros y conflictos nominales antes que religiosos o espirituales que se fraguaron en el Reino Unido, a partir básicamente de la iniciativa de Gerald Gardner a la hora de aprovechar la derogación de las últimas leyes contra la Brujería en este país, para presentar públicamente la Brujería Tradicional como un Culto aún vivo.
Antes y durante un buen tiempo después, la Wicca no existía como referencia diferencial y no había más controversias que las relativas a comprender el Culto desarrollado a través de Gerald Gardner (la Brujería) como demasiado imbuido quizá de préstamos ocultistas y esotéricos antes que reconstruccionista o hereditario, o haberse tomado demasiadas licencias ajenas a la Tradición para adaptar la Brujería al siglo XX. Persistían, eso sí, las diferencias y conflictos eminentemente personales que no puedo entender probablemente más allá de la envidia, una competitividad innecesaria y por lo tanto desmedida o la endogamia.
Con todo y con eso aún al final de la década de 1970 y principio de los años 80 resulta cuanto menos paradójico comprobar, que wicca y brujería, en palabras de sus máximos exponentes por aquél entonces, eran términos que se seguían usando indistintamente y por igual para referirse a la Vieja Religión.
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- QUÉ ES HECHICERÍA
Tampoco podemos dejar a un lado otro de los típicos estereotipos de este problema que está siendo muy difícil despejar, que es confundir Brujería con Hechicería.
La hechicería es una práctica común tanto en la Brujería como en otras creencias diferentes y la Brujería un Culto religioso en el que se enseña, conoce y se puede practicar la hechicería. Podríamos decir que todo brujo es hechicero porque aprende a utilizar estas prácticas en su preparación, si bien un hechicero no tiene por qué ser brujo porque no haya podido o querido iniciarse en la Brujería.
La Hechicería puede o debe concebirse como un conjunto de prácticas «mágicas» -con todas las reservas también para el uso de esta palabra-, que una persona individual o en grupo, por iniciativa, por aprehensión o por costumbre lleve a cabo sin que tenga por qué mediar lo religioso.
La Brujería jamás podrá estar separada de lo religioso, porque dejaría inmediatamente de serlo, se descontextualizaría. Hay que entender antes la diferencia entre el conocimiento y la práctica de una materia dentro de un Culto, y el reconocimiento de esa materia como un Culto en sí mismo, que es lo que entiendo se pretende y que al confundirlo se induzca al error.
Esto viene a colación porque muchos hechiceros equiparan su práctica con la Brujería, esto es, aunque no sean conscientes o incluso rechacen reconocerla como una religión concreta, dan por sentado que el wiccano al no ser estrictamente hablando un brujo como ellos se entienden, de alguna forma esté invadiendo una parcela de la que se sienten herederos y depositarios. Y así, nos hemos encontrado con un sinfín de opiniones, muchas elaboradas y eruditas pero en su gran mayoría tan dispares y estrafalarias como personales, que han fomentado y prolongado aún más una diferenciación que a mi parecer es absolutamente ficticia.
Como hechicerías hay muchas, hasta el punto de poder acabar siendo tantas como personas pues no deja de ser el ejercicio de unas prácticas para la obtención de unos resultados al margen de las creencias, «brujerías» -se dicen- también. La Brujería, que hace referencia a un Culto o crisol de otros posteriores que surge marcado con unos condicionantes religiosos inherentes, choca abiertamente por lo tanto con la libre interpretación de quienes quieren o entienden que deben ser reconocidos como brujos siendo hechiceros.
Cuestión al margen de esta situación hemos de tratar el que hay quienes conciben y practican la Brujería como un Culto religioso diferente a la Wicca. En este caso entiendo que vuelven a mezclarse las cuestiones personales de quienes serán protagonistas de su popularización y de las corrientes que liderarán o se generarán a partir de ellos, con el Culto propiamente dicho, que pese a matices y opiniones, sigue siendo el mismo para ambas.
Ahora que hemos despejado la primera incógnita: entender la diferencia entre brujería y hechicería, será cuando nos sea más sencillo recalar en lo que podamos definir como Brujería Tradicional, que es en definitiva a lo que todos y desde un principio hacían -y hacemos algunos igualmente en estos días- referencia.
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- QUÉ ES BRUJERÍA
Como los diccionarios por lo común y salvo los especializados -e incluso éstos según y cómo-, aún están fuertemente influenciados por el cristianismo o parten de una apreciación o percepción social cuando no sesgada, «contaminada» por la moral imperante, recurrir libremente a ellos volverá a retrotraernos al problema anterior, a que siguen confundiendo hechicería y brujería. Deberemos, pues, basarnos en la etimología de las palabras para entender desde su origen lo que significan y lo que nos transmiten.
La palabra española brujería tiene el hándicap de que desconozcamos su significado concreto y tampoco ha tenido una atención superlativa resoloverlo, seamos sinceros, si bien existen trabajos que incomprensiblemente se dejan al margen y que apuntan a que además de que seguramente sea una palabra pre-romana, pueda estar relacionada con la raíz celta *brough (lo que esta en un alto, elevado, por encima de ó sobre) como apelativo de las personas sabias encargadas del Culto, aquellas que practicaban y oficiaban en las viejas religiones pre-cristianas. Una raíz que daría nombre a construcciones elevadas (*briga) y como no es complicado deducir, también a una de las Diosas más universales de la mitología celta (Brigantia/Brigith).
Que brujería quizá no fuese un término impuesto por el cristianismo, sino propio, indígena y por lo tanto libre, al menos en su concepción y uso original, de rasgo peyorativo alguno, es algo que puede desprenderse de la reflexión de Lope de Barrientos (1382-1469 e.a.) en su Tractado de las Adivinanças… “qué es, e qué cosa es esto que se dize que ay unas mugeres que se llaman bruxas, las quales creen e dizen que de noche andan con Diana, deesa de los paganos, con muchas e innumerables mugeres caualgando en bestias, e andando, e passando por muchas tierras e logares, e que pueden aprouechar e dañar a las criaturas”.
Y es que, obviamente, sería muy cuestionable suponer que alguien pueda escojer autodenominarse de tal forma que la palabra por la que se identifique le denigre, sea infamante, que le marque negativamente hasta el punto de elegir considerarse abiertamente un paria despreciado en su entorno, bajo un epíteto que le vincule a crímenes castigados con la pena capital
¿Alguien cree probable que un violador de menores quiera presentarse en su tarjeta de visita como «Fulanito de tal«, pedófilo? Y si esto nos parece del todo absurdo ¿cómo es que suponemos sin pestañear que las brujas hubiesen podido reconocerse así mismas en plena Edad Media y ante una sociedad inquisidora y fundamentalista judeocristiana, bajo un término que las señale como adoradoras del diablo y asesinas de niños?
Bajo este prisma, es más que razonable suponer que la palabra Brujería no debió tener originalmente para los brujos ningún significado negativo, más bien al contrario, que sería el clero quienes desvirtuarían el significado real de la misma.
No es baladí recurrir a los testimonios de los primeros cristianos frente al paganismo europeo, al objeto de identificar sus Cultos como Brujería y a éstos como a brujos. Cuando San Columbano (s. VII e.a.) -leía no hace mucho- recriminaba a los paganos diciéndoles que sus Dioses eran siervos del Diablo y por lo tanto demonios a su servicio y que los fieles de estos Dioses eran brujos y Brujería sus Cultos «demoniacos», tenía perfectamente claro a quienes se estaba refiriendo y con qué deseaba igualarlos.
Columbano no iba en absoluto desencaminado, pues al margen de su evidente interés en hacer parecer estos cultos como desviaciones heréticas, diabólicas de su propia cosecha religiosa, no es menos cierto que reconoce en la Brujería, sin lugar a dudas, la continuidad de los Cultos -religiosos- paganos. Es más, este santo católico y misionero de origen irlandés y por lo tanto buen conocedor de lo que hablaba, en ningún momento dice que sea una creencia «nueva» que naciera a partir del paganismo, no, dice claramente que eso en lo que creen, que sus prácticas y Cultos, que la devoción a sus Dioses es, en presente de indicativo, Brujería y que ellos por continuar con esas prácticas son brujos/as.
Ciertamente eran Brujería las creencias, ritos, devociones y tradiciones paganas, pero no por venir de un demonio de la mitología cristiana, sino por su propio derecho. En este sentido no hay pues transición estrictamente hablando, sino renombrar de otra forma lo que ya existe; como no ha de parecernos extraño que, para ello, Columbano utilizase las lenguas autóctonas, pues se dirigía con el objeto de hacerse entender a un pueblo llano que no entendía ni el latín ni el griego. Y tampoco pretendió desvincular de la Brujería las religiones de los fieles al paganismo, sino que la destaca como característica inequívoca de los mismos.
Que el cristianismo ponderase después y por encima del hecho religioso la práctica de la Hechicería, no ha sido más que otra forma de tratar de ahogar el componente cultual de la Brujería, distorsionando su sentido original para favorecer su crítica y persecución. No es lo mismo recelar de quien pueda maldecirte por vicio tras reconocerse como un servidor del Mal, que de quien se presente a ti y reconozcas como intermediario ante tus Dioses. El miedo y años de adoctrinamiento harían el resto.
La Brujería supuso el crisol a partir del cual se reubicarían los diferentes Cultos paganos en Europa, una vez que el cristianismo empezó a asentar su poder en el continente (ss. XII-XVI) -que curiosamente coincide con el esplendor de la «caza de brujas«-, demonizaron nuestros Dioses y Diosas, prohibieron o plagiaron muestro Calendario y nuestras tradiciones, expoliaron, destruyeron o usurparon nuestros templos y santuarios y resolvieron definirnos como servidores de «su» mal. Y que utilizaran esta palabra (brujería) no pudo ser algo gratuito, claro, sino una voz cercana que les refería directamente a los Viejos Cultos aún vivos que perseguían, y como apuntaba más arriba recurriendo a los modismos indígenas para expandir mejor su mensaje diabólico, con lo que nacería la stregha, witchcraft, brujería, romuva, etc.
Sus seguidores eran las personas encargadas de intermediar con lo Divino, que sabían y hacían guardar los tiempos, los ciclos y los ritos, que entendían de lo celeste y de lo terrestre, que sanaban al enfermo o enseñaban al niño, quienes guardaban las ciencias, las tradiciones y sus mitos, los hombres y mujeres que por su función eran distinguidos de entre sus iguales como aquellos que merecían estar en una posición elevada, la más alta, la que G. Dumézil identifica como la Iª Función, la que ocupan reyes y sacerdotes… los/as brujos/as.
Este reconocimiento es mucho más sencillo de rastrear si seguimos la etimología anglosajona. Al provenir de otra lengua indoeuropea pero que mantendría durante más tiempo su idiosincrasia, el término witchcraft reproduce fielmente su significado original. Y no tenemos más que buscar la raíz de esta palabra (*-wicca) para entender que efectivamente la Brujería es la Vieja Religión de origen indoeuropeo que nos identifica a todos los Cultos posteriores y que entiendo nos dice sin lugar a dudas, que la Brujería es, en definitiva, el Culto europeo originario y no como se nos pretende hacer creer o entienden otros, las reglas por las que se rija la hechicería allá donde se de o se practique, sin una connotación religiosa explícita y al margen de la cultura donde se desarrolle.
Es en este punto donde deberíamos plantearnos si, efectivamente, existe un nexo entre ésta y la Wicca.
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- QUÉ ES WICCA
Al contrario de lo que se piensa y sobre todo de lo que se escribe, el origen o el significado histórico de la palabra wicca es tan conocido como por desgracia mutilados cuando leemos sobre Ella. Y aunque ya me he ocupado en otras ocasiones de aportar lo que he aprendido sobre la misma, no está de más seguir escribiendo una y otra vez y así cuanto sea necesario.
El término indoeuropeo wicca es el antecedente etimológico y raíz de la palabra brujería (witch, withcraft) y con la misma explicación. Es un cultismo que empezó a usarse con cierta liberalidad y más allá del sentido principal que le daría el mundo académico y posteriormente quien lo rescatase del olvido (Gerald Gardner), a finales de los años 60 y principios de los años 70 del siglo pasado, para entender la Brujería desde una óptica más realista u objetiva, al margen del valor peyorativo con el que lastraría esta palabra el cristianismo, pero cada vez más aplicado -y he aquí el escollo- a la corriente cultual que se desarrollaría a partir de Gardner en detrimento de las demás, hasta unos extremos en los que se enseña que no es wicca lo que no salga de su corriente y linaje.
Gardner en ningún momento dijo haber creado Culto o Tradición nueva alguna, se limitó a posicionarse como iniciado en la Brujería Tradicional y esto es y seguirá siendo así de sencillo por más vueltas que le demos para buscar lo contrario. En palabras de Cantrell, “… no existe duda que a Gerald Gardner se le debe dar crédito al hacer pública nuestra religión en el siglo XX sin haber reinventado Wicca. Sería más por desarrollar la tradición que lleva su nombre, la Wicca Gardneriana, desde la cual muchas de las tradiciones del presente han podido desarrollarse.“ (Gary Cantrell, “Creencias y Prácticas Wiccanas” -Wiccan Beliefs and Practices-, St. Paul, MN: Llewellyn Publications, 2004, página 17.)
Esta idea e intención de separar primero a Gardner de la Brujería Tradicional para después vincular la Wicca estrictamente con Gardner, entiendo que ha sido en buena medida lo que ha provocado gran parte de esta «descolocación» de referentes que al no querer frenarlo cada vez se hace más complicado.
Siendo el significado de witchcraft, brujería y +wicca la raíz de esta palabra, lo que le da el sentido que tiene ¿por qué nos empeñamos en leer lo que no dice? ¿Cómo podemos afirmar que sean términos que aluden a cuestiones «diferentes»? ¿No será que hemos confundido o queramos confundir al «mensajero» con el «mensaje»? y peor aún ¿que por error o interés estemos intentando vincular la Wicca exclusivamente a la particular adaptación hecha por Gardner de la Brujería y después a la corriente que a partir de entonces se crease?
Ante esta dicotomía solo puedo entender que, efectivamente, ha sido confundir el significado de wicca con la persona por la que se religaría en la actualidad y a partir de quien se crearía después un Culto específico marcando una línea clave para su revitalización, pero un linaje más a fin de cuentas producto de su trascendencia personal, lo que ha podido influir de manera determinante en este conflicto. Una circunstancia de la que no podemos culpar ni a Gardner ni a sus primeras iniciadas.
Confundir, ligar y hacer depender exclusivamente la Wicca con Gerald Gardner, entiendo que de alguna forma puede ser despreciar sus esfuerzos por normalizarla en todo su contexto la Brujería Tradicional y detraer gran parte de su riqueza, causa posterior -o incluso la excusa perfecta- para fomentar y/o favorecer nuestra división actual.
Al margen o por encima de cualquier especulación, creo que a resultas de lo poco y mal que se conoce al respecto, solo encuentro sentido al afirmar que la Wicca ha sido, es y seguirá siendo el término adecuado para referirnos a la Brujería -indoeuropea, para entendernos-, lo mismo que ésta hace referencia a los Cultos paganos en contraposición a los cristianos y estas creencias paganas a los Cultos pre-cristianos de origen indoeuropeo, donde la Wicca sería originalmente el núcleo del que partirían en un pasado remoto. O dicho de otro modo: La Vieja Religión.
Útil paradoja ésta que a pesar de nuestras carencias documentales, resquemores e intereses nos devuelve a un origen primitivo como si de alguna manera nos estuviese aleccionando de que ha llegado el momento de cerrar el círculo.
¿Y por qué llamarse wicca y no de otra forma? ¿o por qué no vamos a poder llamar Brujería a todo y luego ya Wicca a lo que nos parezca? pues por lo mismo que no entendemos de origen mexical la Brujería europea. Si al nahual se le identifica con América, al wiccano (brujo) con Europa ¿Quiere decir esto que no puede haber nahuales en Europa o wiccanos (brujos) en América? ni mucho menos. Quiere decir lo que quiere decir, que no puede existir una Wicca de tradición cultual americana, ni una corriente nahual de tradición europea, lo que no es óbice para que un americano se inicie como Wicca y un europeo como Nahual. En definitiva, que lo mismo que no nos duelen prendas en rescatar y nominar otros Cultos foráneos en su pureza, no estaría de más que respetásemos los nuestros en su integridad, quizá empezando por reconocerlos en su contexto y no en el que queramos darles.
Somos muy dados a utilizar nombres arcaicos para adornar saludos, argumentos y despedidas, pero extrañamente olvidadizos y reticentes para recuperar en su contexto original los propios.
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- QUÉ ES TRADICIÓN
La singularidad de una Tradición, lo que la hace serla, es precisamente poder circunscribirse a unas particularidades concretas, constantes y localizadas, que expliquen y apoyen una conducta o patrón común a consecuencia de una originalidad. Será la transmisión de una serie de hábitos y costumbres en un entorno definido lo que identifique una tradición y la distinga de otras.
Y deberemos ubicar esa transmisión de hábitos y costumbres cultuales para poder entender a qué nos referimos cuando señalamos una tradición religiosa y la reconozcamos como tal o como sucede en este caso, el origen de una serie de tradiciones religiosas que se desarrollan desde unas raíces comunes.
Sería primordial tratar de configurar antes el radio de alcance de la Brujería Tradicional. Así como no hay duda que la Brujería se desarrolla desde los pueblos indoeuropeos, la propia idiosincrasia de estos pueblos reconducen, a su vez, esta sabia común entre sus descendientes y como no es anormal suponer lo hacen, salvando la interacción, en paralelo y no a consecuencia de los demás.
Lo mismo que nuestras culturas, incluso viniendo de los mismos focos, se ha desarrollado de manera independiente del tronco, así sabemos que ha ocurrido con sus religiones. No es igual el druidismo galo que el britano ni este que el hispánico, si bien en todo momento hablamos de la misma cultura. Si esto es así y sabemos que lo es ¿a qué viene que nos obcequemos en decir que la Brujería no haya podido tener el mismo recorrido lógico y constatado de las religiones que la preceden? ¿Y cómo podemos decir que la Brujería Tradicional sea la nuestra y sucedáneos o híbridas todas las demás? Pues esto ocurre con la Brujería, ocurre con la Wicca. Motivos para afirmarlo habrá, hay muchos, qué duda cabe, hechos y razones ya sería más discutible.
Son muchos los ejemplos que nos hablan de diferentes «focos» brujeriles en Europa (Alemania, Italia, España, Reino Unido, Francia, etc.), que se dan como resultado de la persistencia en el hábito religioso de los pueblos «cristianizados» por mantener sus creencias y rituales, con sus singularidades y generalidades, pero todos ellos con el patrón común del paganismo -léase también lo que he escrito sobre este término- como causa.
Un explicación a la medida del caso nos la proporciona su antecedente ¿Por qué no hubo un solo Culto pre-cristiano en Europa si tuvo una fuente común? Como sabemos la respuesta, me saltaré tratar de responderla y me adelantaré a la siguiente ¿Y si no hubo un solo Culto en Europa, por qué habría de tener una sola Tradición después? A lo que -y concluyo- me pregunto ¿Y si creemos razonable y sabemos cierto que de una misma fuente surgirían diferentes Cultos relacionados pero paralelos, por qué nos hemos de limitar ahora y fuera de toda lógica y evidencias a una sola Tradición religiosa para explicar todas las demás?
Resultado de todo ello es que en diferentes localizaciones (zonas) de un mismo marco geográfico (Europa), van a desarrollarse y fluir corrientes religiosas (Cultos) que respondan tanto a su origen común (indoeuropeos) como a sus peculiaridades geográficas y culturales (Tradiciones, Cultos o religiones) que las diferencien de sus «hermanas», sin que por esta causa deba o pueda perder su relación de parentesco.
Es por lo antedicho que todo me hace pensar que existe una Brujería Tradicional de la que se nutren y germinan Cultos diferentes que conoceremos como Tradiciones, en tanto y cuando provengan de ésta, que además la entiendo pan-europea y que no lo puedo entender fuera de su contexto (indoeuropeo) de ninguna otra manera.
Y es precisamente desde esta estructura lo que va a hacer posible que la Brujería se «reconstruya» o para ser más exactos, se rehabilite primero y restaure después adaptándose al siglo XX bajo el cultismo Wicca.
¿Significa esto que la Brujería Tradicional ha sido «superada» por la Wicca Tradicional? No. Porque es lo mismo. Aunque sigan otros muchos Cultos llamándose brujería en vez de wicca, todos seguirán siendo, les guste o no les guste, igual de tradicionales. Puestos a preguntar ¿por qué esa obsesión, en muchos casos reduccionista, en que existan tales diferencias? ¿por qué no preguntarnos a quien beneficia y quien lo necesita? ¿Y no será que diferenciarlas obedezca a un interés concreto por monopolizarlas?
Las Tradiciones Wicca que efectivamente lo sean, lo que precisan en primer lugar para ser reconocidas de esta forma no es el nombre, el idioma o el lugar del que procedan, sino que rezumen ese vínculo sagrado con los Cultos de la Vieja Europa. Y por lo tanto ninguna de Ellas puede tener jamás preeminencia sobre el resto ni mucho menos supeditarlas a una sola.
Quedándose tantas cosas por decir en el tintero aún después de haberme extendido más de lo esperado, voy a dividir esta reflexión en dos mitades en cuya segunda parte y empezando por donde lo dejo ahora, recorreré los fundamentos de la Wicca Tradicional.
No deseo que este trabajo sirva o se entienda en ningún momento como una provocación, sino como una llamada seria y honesta a la coherencia y la fraternidad frente a la cerrazón. Ninguna de nuestras Tradiciones necesitamos en un principio -y si lo necesitásemos nuestro orgullo no nos lo haría decir- de las demás para justificar nuestra existencia, como tampoco permiso para ser lo que somos, pero sí estar unidos para sobrevivir.
Hay quienes tratamos de aprender de nuestros errores y procuramos leernos la moralejas de las vidas de Viriato o de Vercingetorix, por ejemplo, y los hay que piensan que eso no les pasará a ellos. La verdad, no sabría decir qué es mejor, pero estoy seguro que sumar nunca puede ser malo.
Gracias Fernando! Muy esclarecedor, sobre todo y sin menospreciar el resto del artículo, los dos últimos párrafos.
Digo como mi hermano Galo, gracias por refrescarnos la memoria, gracias por la honestidad con que tratas el culto, gracias en fin por todo el esfuerzo en escalrecer la verdad de los Antiguos Dioses y de los Antiguos antepasados…
Muy claro y didáctico. Yo tampoco entiendo ese «vicio» de algunos grupos por ser más papistas que el papa. Nosotros somos espiritus libres y repetuosos con las creencias de los demás, pero ni mas ni menos por pertenecer a una tradición u otra ¡¡¡BENDICIONES¡¡¡
… No entendería que algún pagano no esté de acuerdo con estas denominaciones tan claras…
Como siempre, muy buena informacion y muy esclarecedor el articulo, me ha servido de mucho leerlo, me ha centrado en lo que soy y eso siempre es importante, gracias Maestro!!
Gracias Fernando, no puede estar mejor explicado y aclarado. Ciego es aquel que no quiere ver y sordo el que no quiere oir.
Muy claro y conciso. Como siempre excelente. Muchas gracias por la información.
Muy esclarecedor
Gracias, como dicen mis hermanos excelente. Nuestros Dioses estarán brindando con el Aguamiel, la verdad es siempre clara.
Gracias Maestro por aclarar a nosotros, a todo el que quiera saber y al que no entienda quienes somos. UNA RELIGIÓN
Gracias Maestro!!!! un orgullo tus palabras,como tenerte y sobretodo de ser wiccana…gracias a mis hermanos tambien
Como siempre Maestro la verdad es como cuentas y con la ayuda de los Dioses empieza la verdad de la historia no de la propaganda
Si había cualquier género de dudas…han quedado despejadas…Nuestro Culto ha pervivido a través de los tiempos y es absurdo «bautizar» a su fundador con un nombre ..es decir indudablemente existen autores y referentes de la wicca que han luchado y hecho mucho por ella pero de ahí a que se olvide el verdadero origen …queda un trecho…el verdadero monopolio de la brujeria…de la wicca radica en la Edad de las Cavernas, en aquellos primeros chamanes que eran la propia naturaleza
gracias, sin duda esclarece muchas cosas, que pelean las personas.
Excelente, gracias por tanta verdad y conocimiento, nos hace mucha falta, pertenecer a la wicca celtibera tenerte y contar con tu sabiduria es lo más
Samantaluna, como dices, aquí se ve que pelean las personas, pero eso es solo porque hay un gran nivel de ignorancia en cuanto a las palabras BRUJERÍA Y WICCA, que realmente es una y la misma palabra… Es como si llamamos a los madrileños «gatos» o «madrileños» nos estamos refiriendo a lo mismo, lo llamemos como queramos llamarlo… LA VERDAD ES UNA y cuando se obtiene, ya no hay peleas…
Decir que la tradición Wica se remonta antes del siglo XX es como decir que la Masonería es heredera de la orden del Temple… seamos serios por favor.
Como se ha dicho en un comentario anterior, ciego y sordo es aquel que ni quiere ver ni quiere escuchar.
Dejo un articulo bastante interesante que toca muy bien este tema
http://wicca.lunacelta.com/index.php?contenido=historia
Aunque como ocurre siempre sé que mi comentario al no entrar en el redil no tendrá vuestras «bendiciones», aquí queda igualmente…
(Nos quejamos del sectarismo y no predicamos con el ejemplo…)
Si queremos saber sobre religiones europeas precristianas (que hay muchísimas) leamos libros de HISTORIA
cachorrito, afirmar una cosa y creerte por dogma de fe, sí que es poco serio. No me gustan los comentarios «`perdonavidas». Si no estás de acuerdo se puede debatir, claro, pero además de decirme en qué no estás de acuerdo dime POR QUÉ no lo estás o qué no es cierto de lo dicho. La reductio ab absurdum no funciona aquí.
Quizá si nos iluminaras en vez de sentenciar, veríamos «tu» luz. Mientras tanto, yo me quedo con los datos, los hechos y la historia.
El artículo al que me refieres lo conozco y no lo comparto en absoluto, no hace falta irse a 13 lunas, lo puedes encontrar lo mismo en wikipedia, pero semiverdades y errores de bulto, por mucho que se repitan, no dejan de serlo, y como te he dicho me baso en los hechos.
Está muy bien que me pongas como ejemplo del origen de la Wicca el origen de la Wicca Gardneriana, pero tiene el mismo valor que si me explicas el cristianismo a partir/con/desde Lutero y con eso me intentases imponer que tooooodo el cristianismo parta y se desarrolle a través de él.
Es muy buena la jugada de meter únicamente a Gardner y partir de él, pero claro, eso no vale para quien tenga un mínimo de conocimientos de historia. Es evidente que si partes de la historia de la Wicca GARDNERIANA sea impensable buscarla más allá de Gardner. A ver, no somos lumbreras pero hasta ahí llegamos. La trampa intelectual ha funcionado bien hasta que hemos dejado de creer a ciegas todo lo que venga en inglés.
Tu comentario no se en qué redil ha de entrar, porque de entrada parte del redil judeocristiano y de los grupos Gardnerianos. No soy oveja ni rebaño, ni vivo en cuadra alguna, me muevo con datos históricos y no con las sentencias de nadie.
Me parece un debate muy interesante siempre y cuando se tome en serio, sobre todo porque si tú estás acostumbrado a los rediles, yo estoy cansado de los cerriles. Y no, desde luego que no comparto tu máxima porque no me has dado un solo argumento para hacerlo ni tan siquiera uno que desmonte lo dicho, por lo que no veo por qué he de aceptar lo que me quieras decir.
Sectario es no debatir con luz y taquígrafos y con seriedad, decir lo que la moda impone y no ver más allá de nuestras narices. Creo que lo que he expuesto cumple todo lo contrario y me extraña que nos tildes a los demás de lo que cojeas al parecer tú y cojean una gran mayoría de wiccanos.
Efectivamente, leamos libros de historia y digamos la verdad ¿para cuando? Sigo esperando que alguien me de pie y entrar en ese debate.
Atentamente,
Fernando González
Cachorrito, tú mismo estás llevándote la contraria.
La llamas «tradición Wicca», con lo cual ya estás dando a entender que te refieres a la «tradición Wicca Gardneriana» y sus descendientes.
A ver si así consigo explicar lo que dice el artículo:
Tú piensas (como todos en un principio) que la Wicca es un intento de reconstrucción de La Antigua Religión, pero ya que el Propio Gardner («fundador de la Wicca») reconoce que él fue iniciado en un coven y que de ahí sacó sus conocimientos, Gardner lo que hizo fue usar un término en desuso con un significado paralelo a Brujería (Wicca) para nombrar la tradición que fundó él añadiendo a sus conocimientos previos de Brujería Tradicional otros de otras tradiciones espirituales/mistéricas.
Y el artículo lo que reclama es que aunque la palabra se hiciera famosa a raíz de Gardner, antaño era un sinónimo de brujería.
Espero haberte ayudado.
P.D: Cuando quieras argumentar algo para intentar «ganar» una discusión, más que copiar de webs, deberías citar bibliografía editada en papel, porque si no, yo te puedo rebatir copiando algo de este blog y tendría la misma «validez legal».
Como sempre muito esclarecedor,para quem quer entender claro!!
mas a missão está cumprida.
Obrigado mais uma vez
Gadner no creo nada, y menos la Wicca, en la que se inició según sus propias palabras escritas… Es dificil iniciarte en algo y luego crearlo ¿no Cachorrito?
Me alegra mucho este artículo, creo que hay una tendencia a la separación entre tradiciones cuando todos provenimos de un tronco común perfectamente demostrable. Esto de que la wicca la invento gardner me sigue dejando perpleja.. Esclarecedor artículo, ojalá despeje a más de uno
Creo que el problema que tenemos muchos es lo que has explicado al principio, WICCA queda asociado con todas las tradiciones que se desarrollan a partir de Gardner. A ver si consigo explicarme:
Gardner, según sus palabras, venía de un grupo de brujería tradicional, pero (para hacerlo rápido y sin entrar en especificaciones) a eso le añadió un poco de aquí (la nomenclatura Sabbat, por ejemplo) un poco de allá (ciertos dejes de magia ceremonial) e hizo su propia tradición y la confusión viene de que el la bautizó como WICCA.
Al empezar a haber escisiones en su propio grupo se empezaron a denominar «Wicca Gardneriana», «Wicca Alejandrina», etc… Pero el problema es que para el común de los mortales WICCA = Wicca Gardneriana. No asimilamos que la WICCA es La Antigua Religión (obviamente evolucionada y con algunos añadidos debido al paso del tiempo) y que la de Gardner es una tradición más (si bien la que creó el resurgimiento del interés por parte de muchas personas).
Y mira que la mayoría de gente acude al término «Antigua Religión», pero a mi parecer, más que convencidos de que es así, mucha gente lo toma como «si es antiguo tiene mas caché».
Me parece que el problema es semántico únicamente. Que al igual que se está luchando por reclamar «bruja» o «gay/homosexual» como algo no despectivo, reclamar WICCA como Brujería/Antigua Religión va a costar lo suyo. Si ha habido jaleo con la palabra «matrimonio», como no va a haberlo con esto; políticos o no, a todos nos gusta llevar la razón (y a veces la contraria por el mero hecho de llevarla).
Después de la parrafada espero haberme explicado bien y dejar claro que yo misma entiendo el planteamiento expuesto y lo comparto, pero tan fuerte es el arraigo de ciertas connotaciones que aún queriendo, cuesta cambiarlas.
Efectivamente Nana, te agradezco tu opinión y la comparto. Creo que se han dogmatizado las opiniones e interpretaciones que personas con un interés particular en vincular la Wicca a una de sus Tradiciones han ido publicando machaconamente y no ha habido, por parte del mundo pagano, una respuesta erudita, clara y pormenorizada del asunto para zanjar según qué visiones.
Está tan claro que Gardner NUNCA creó nada que no fuera su propia Tradición, que duele leer frases de ese calibre una y otra vez. Es que ni él mismo, como bien dices, afirmó tal cosa. Al contrario, SIEMPRE defendió venir de un coven previo de Brujería Tradicional, ergo, no hay que ser muy inteligentes para entender:
1º.- Que Gardner dijo haber sido iniciado en un coven de Brujería Tradicional (Británica en este caso).
2º.- Que si sus seguidores CREEN a Gardner han de partir de la base de que la Brujería Tradicional es SU religión.
3º.- Que Gardner JAMÁS dijo haber creado nada nuevo.
4º.- Que Gardner NUNCA dijo que la Brujería Tradicional tuviese su origen en las Islas Británicas y menos la Wicca en él mismo, pues usó el término para referirse a los iniciados en la Brujería.
5º.- Que los propios Gardnerianos, tras la muerte de Gardner, reconocen que si usan el término «wicca» en vez de «brujería», es para explicar LO MISMO.
6º.- Que si los Gardnerianos no creen en lo que dijo Gardner, tampoco son creíbles ellos. Y si creen en lo que dijo Gardner, ni Gardner crea la Wicca ni es diferente a la Brujería Tradicional ni la Wicca nace en las Islas Británicas.
Pues bien, un planteamiento tan básico como evidente como éste, llevamos 30 años discutiéndolo ¿por qué? Porque hay quienes quieren hacer de la Wicca algo suyo, exclusivo y patentado. Envasar y registrar un rayo de Sol y decir que el Sol les pertenece… y aunque la mayoría calle nosotros no vamos a hacerlo y menos ante una pretensión tan ridícula como incierta.
Hola. Soy nueva en estos foros y estoy en proceso de aprendizaje.
Agradezco el artículo. Me ha aclarado varias contradicciones que había leído en internet.
Me planteo que tal vez el término Wicca sea el que está dando pie a la disputa sobre los orígenes.
Me explico. Yo inicialmente pensaba que wicca era un término anglosajón, y hasta leer que es indoeuropeo no comprendía porqué en España y Portugal lo habíamos adoptado. Ahora comprendo que no es un término adoptivo sino ancestral; pero quien no lo sepa puede creer que lo inventaron los británicos y de ahí el follon con los Gardnerianos y toda su prole. ¿Podría ser?
Las disputas por herencias siempre han roto familias. Debemos mantenernos humildes y fraternales para contar con la fuerza de la unión.
Hola, Oretana, gracias por tu comentario. Efectivamente, el problema ha sido nuestro desconocimiento del origen, significado y sentido del término wicca, que como muy bien dices es ancestral. Después o en paralelo, hay un deseo de apropiarse o restringir el uso del término no por motivos estructurales (de creencias y prácticas), sino geográficos, que ha contribuido a crear esta confusión. Como bien dices, la humildad y la paciencia, sin olvidarnos de la constancia por divulgar ésta y otras realidades de la Wicca, harán que tarde o temprano estas diferencias se suavicen y nos permitan trabajar por la unión fraternal de nuestras Tradiciones.
Un fraternal abrazo.
Fernando González